Muchas personas con criterio
en el ámbito de la danza difieren acerca de las fusiones debido a que se cree
que se pierde la pureza de la danza original, de la manifestación artística y
hay que decirlo, hay fusiones que no tienen pies ni cabeza.
Pero la danza en sí, es una
sola y cuando se trata de experimentar, de crear, todo puede ser posible
siempre y cuando se realice respetando la esencia de cada una de las
expresiones a fusionar.
Hace tiempo que decidí
profundizar la fusión árabe-flamenco, debido a su riqueza y su interesante
historia. Cuando fusionas, vas más allá de crear un montaje coreográfico, te
obsesionas con los dos ritmos, investigas te sorprendes, vas a cada una de estas
manifestaciones artísticas como pidiéndole a un sabio que te cuente toda la
historia que es bien extensa y de la cual solo haré un breve resumen.
Sabemos que el flamenco nació
en Andalucía, que no es folklore, que tiene tres expresiones, Cante, Toque y
Baile, es muy joven algo más de 200 años y nació como resultado de la mixtura
de varias culturas: la árabe, la judía, la de los gitanos (que llegaron a
España en el siglo XV y muchos se quedaron en Andalucía). Y con la misma
cultura andaluza. Sin embargo, hay documentos que narran como en ciertas
actividades de los gitanos se exhibían bailes que parecen ser el antecedente
del flamenco.
Sabemos cómo nació, pero
imposible saber desde cuándo porque fue un proceso que se gestó paso a paso. La
cultura árabe islámica se mezcló con la cultura latina en el sur de la
península Ibérica, dando lugar a una cultura rica y única, la cultura andalusí.
Fueron los árabes quienes enseñaron a los andaluces el arte de la música y a
tocar en introducir instrumentos orientales, como entre otros la famosa
guitarra española.
Del mismo modo que influyeron
en los nuevos géneros que iban apareciendo, como la moaxaja, el zéjel o las
jarchas, que algunos les han encontrado parecido con las coplas flamencas. Así
como en la etimología de algunos de los palos del flamenco, como 'fandangos'
MI EXPERIENCIA CON LA FUSIÓN FLAMENCO
ÁRABE Y AL- ANDALÚS
Para mí, hay que ir a explorar
estos dos mundos, hay que ser primero un purista y después pensar en fusionar,
y tener cuidado de no terminar confundido, hay que amar ambas caras, ambos
mundos y si nuestro origen no es ni árabe ni andaluz con más razón aún la
búsqueda será interminable, Los talleres, y clases ayudan, pero jamás te puedes
quedar con ese 1%. Hay que ir a la raíz, hacer investigación personal,
descubrir, porque hacer fusión también es crear, es buscar en nuestro interior
porque nos gusta unir esas dos corrientes, porque nos sentimos identificados
con estas fusiones, muchas bailarinas se apasionan por ciertas fusiones, como
el tango árabe, la samba árabe, el bolero árabe, y todo ello tiene que ver con
una motivación personal.
La mía es una pasión que no
cesa por el resultado de esta mixtura, y en todos fusión árabe flamenca o en
las danzas de al- andalús me lleva a mundos antiguos y a un interminable
descubrir, que pueden brindar una riqueza inmensa a la hora de crear.
Hay grandes referentes en
estos estilos y voy a nombrar a las que, para mí, son las que han llevado este
arte al escenario con mayor profundidad. Nesma, La bailarina Mónica Tello
y lilla Zellet Elias quienes con una
perspectiva diferente cada una a
realizado excelentes trabajos.